El pequeño trozo e tierra, toda inhóspita aún, que algún día espero se convierta en el jardín de nuestra casa, me proporciona hoy, primero de julio, el regalo de disfrutar de una corriente de airecillo fresco cuando todavía no son las ocho y media de la tarde. Pocos días quedan ya, me temo, hasta octubre, como éste, al menos aquí, tierra adentro.
Aprovecho para leer una entrevista a Antonio Gamoneda en un suplemento dominical. Admito no haber leído nada suyo y me prometo remediarlo. Setenta y tantos años algo maltrechos por circunstancias ajenas a la edad, pero una cabeza, me parece, lúcida y limpia, que destila la serenidad de quien está seguro de haber vivido haciendo lo que debía sin hacer más ruido que el preciso. Y la humildad propia de los grandes, que, o no saben que lo son, o ponen todo su empeño en no parecerlo.
Casi al término de la entrevista, se le pregunta acerca de "la importancia de regenerar nuestra educación, acercándonos, como él hizo, al hecho poético, al respeto por el concepto primitivo de lo sagrado, al silencio". Su respuesta: "Sería decisivo para los niños. El pensamiento poético es música en su origen. Alejamos a los niños de la poesía y del concepto primitivo a cambio de fórmulas productivas. Les alejamos de las formas de conocimiento que suponen sensibilidad y abstracción, a cambio de pensamiento utilitario." No se puede expresar una verdad con mayor acierto. Gracias, don Antonio. ¿Servirá de algo?
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6 comentarios:
Pues... No. No voy a decir hoy si me parece que servirá o no. Creo, (perdóname, amigo, por cortar por lo sano) que ese mercantilismo de base es el mismo que nos hace preguntarnos ¿servirá de algo?
Y es muy natural preguntárselo: siempre queremos saber si lo que hacemos tiene alguna consecuencia. Pero en este caso, la pregunta, creo yo, huelga: lo que ocurre es que ya está sirviendo y (como filósofo, ja,ja) me interesa sobre todo que despejemos las dudas sobre el verbo "servir". ¿Quiere decir que va a cambiar la sociedad y mejorarla? Así en crudo la respuesta más bien parece "no". ¿Quiere decir que va a servir de algo a quien lee esa entrevista, a quien, como tú, comprende, lo que Gamoneda dice, a quien le lea en sus poemas extendidos como raíces a lo ancho de la página y llegando, como ellas, a lo hondo de nosotros? La respuesta entonces parece ser "sí". Y eso debe bastarnos, creo yo, para seguir en la brega.
Es un poco tarde para estas cosas. Como siempre, muy estimulante tu reflexión. Y, como siempre, un abrazo, compañero.
Te aconsejo la recopilación de Galaxia Gutemberg (Círculo de Lectores) titulada "Esta luz". Te dejo aquí un pequeño poema de él para que empieces a disfrutarlo ya:
MI JUVENTUD, un rostro junto al mar
que no es mi rostro, pero su sonrisa
es mi sonrisa.
Mi juventud se extiende junto al mar
y yo me siento dulcemente olvidado.
Temo que mire demasiado tiempo
la belleza del agua y que ya quiera
cerrar los ojos y mirar en sí,
y que me encuentre dentro de sus ojos.
¡Buenos días!
fpc, tienes la virtud de sacar petróleo de un trozo de barro. Ojalá no la pierdas nunca. Un abrazo.
Neves, agradezco mucho tu comentario y, sobre todo, la inclusión del poema. He llegado tarde. Lo último que hice antes de conectarme fue comprar una antología de Gamoneda. En Alianza. Es muy bonita. Gracias de todos modos. Un beso.
Esto parece interesante pero ¿eso del pincel a qué se debe?
No servirá, pero no deja de ser necesario que uno de nuestros mayores poetas insista en ello. Salud
amigo anónimo, acabo de aterrizar en este fascinante mundo de los blogs. La palabra, su magia, su fuerza,su buen uso es y ha sido siempre, una de mis mayores inquietudes. La otra es la pintura. Dejaré constancia de ello.
Gracias por tu comentario y un abrazo.
Bienvenido, azófar. Estoy completamente de acuerdo contigo. Gracias por tu visita y por tu comentario. Un abrazo.
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