domingo, 30 de diciembre de 2007

La última del año



Parece hecho a propósito, pero puedo asegurar que no: es la última entrada del año, y escribo para comunicar a quien la esté leyendo, mi primera exposición del que viene. Me hubiera gustado hacerlo con un poco más de antelación, pero me han confirmado la fecha hace apenas un par de días.

Siempre he creído que exponer es exponerse, y eso produce una rara sensación, mitad ilusionante, mitad pudorosa. Sin embargo, lo cierto es que la creación, cualquier creación, tiene las alas rotas si el autor no la aleja de sí.

No voy a explicar ni definir la obra que expongo, hace mucho que renuncié a explicar algo que no me corresponde, por muy padre de la criatura que uno sea. Allá quien lo vea y quiera convertirse, como es mi deseo, en cómplice. Sólo diré que el lema que la inspira no es caprichoso.

Aprovecharé esta última entrada del año para agradecer la fidelidad de los fieles y la eventualidad de los eventuales; el afecto de mis amigos y el silencio de quienes no tienen nada que decir.

Con mis sinceros deseos de felicidad para todos ellos en 2008 (joder, qué manida, la frasecita...)

jueves, 20 de diciembre de 2007

Pensamientos recurrentes

el treinta de octubre ya colgaban de las calles las primeras guirnaldas, apagadas aún, qué detalle, a los ojos de los transeúntes, cada vez menos sorprendidos del dislate anacrónico, algunos incluso luciendo manga corta y cervecita en las todavía concurridas terrazas de verano, son los largos prolegómenos de ese decreto no escrito pero fidelísimo a su cita anual con la dicha enlatada

hasta no hace mucho, la cosa era cuestión de un mes, ahora no nos arreglamos con menos de setenta días, usted es feliz, tanto si quiere como si no, porque la felicidad se tiene, o si no, se compra, el dinero es lo de menos, empiece a pagar en marzo, sin intereses

el hormiguero hierve en un frenesí compulsivo cuya razón última se desconoce, es una carrera contra el tiempo y contra la razón, va anocheciendo y nada ni nadie escapa a los salvajes destellos urbanos que acechan desde todos los escaparates, los viandantes se visten de grandes bolsas y cajas y paquetes, y corren, corren, corren en medio de decorados efímeros, ajenos ya al soniquete eternamente infantil de a belén pastorés, a belén chiquillós

las casas son, en su estúpido intento de originalidad, absurdamente clónicas, cordones de luminarias multicolores intermitentes, instalaciones verbeneras de no ser por la legión (moda infumable en su machacona repetición) de papanoeles trepando por una escala como queriendo alcanzar la ventana, todas las ventanas

llegas a casa y la tele te espera, paciente, a la hora que quieras, no te escapas, alguien decide que no has tenido bastante, todavía te falta la ración extra de anuncios (qué felices somos todos), sólo interrumpida de vez en cuando por breves fragmentos de alguna película

en el submundo, las ratas comparten jergón con los desheredados, que combaten inútilmente el frío con embalajes de cartón que hace unas horas contuvieron el último capricho, pero la riada sigue su curso enloquecido, apaciguando, si acaso, alguna conciencia, con rimbombantes y baratas solidaridades de salón

Mis mejores deseos de felicidad, de la de verdad, incluso -si es posible- en Navidad.
Un abrazo a todos.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Sonrojo

Se hace público, para vergüenza nacional, el informe Pisa 2007 de la OCDE. En lo que concierne a los estudiantes españoles, parece ser que en Ciencias están bien (ya me gustaría saber con arreglo a qué referencia); no están mal en matemáticas, aunque el nivel es mejorable. Y la joya de la corona: ksuspenso manifiesto en comprensión lectora. O sea, que la mayoría de estudiantes no lee, y muchos de los que lo hacen, a la tercera línea no tienen pajolera idea de lo que están leyendo, salvo que sea un SMS o el cuento de Pulgarcito.

Telediario de Antena 3, día 4 de diciembre. Preguntas al azar, en la calle, a estudiantes de unos 15 años. De sainete. Verbi gratia. ¿Quién crees que fue mejor presidente de la república, Emilio Castelar o Azorín? Respuesta: "Hombre, pueees... to creo que Azorín, ¿no?" ¿Qué te parece que los frescos de la Capilla Sixtina sean obra de un español? Respuesta: "(Carcajada) Pues dabuten, España al poder." ¿Qué representó la subida al poder de Jacinto Benavente? Respuesta: silencio y cara de poker.

Los unos, echando balones fuera. Los otros, lanzando la pelota al tejado de los unos. Y en medio, más de veinticinco años de planes educativos indecentes, cuyos frutos harían sonrojar a un niño de primaria de hace treinta.

¿Cuáles son los cuatro puntos cardinales? "A, e i, o, u (sic)." Pues eso, que hemos perdido el norte.