jueves, 19 de julio de 2007

Morosos

Los datos parecen alarmantes, a lo mejor hasta lo son, pero desde luego, a mí no me sorprenden. Me refiero al escandaloso incremento en la cifra de morosos en el último año (creo que sólo en Madrid): el 68%. Parece ser que estos datos están recogidos a partir de las demandas judiciales por impago de las cuotas del préstamo hipotecario, interpuestas por las entidades de crédito.
No sólo no soy un experto en economía, sino que no tengo ni idea, pero digo que no me sorprende por puro sentido común y un poco de sentido de la observación. Desde hace unos años y hasta hace muy poco, se concedían hipotecas con enorme facilidad. El momento era muy bueno, los tipos, bajos y las previsiones, optimistas. Ya está: los jóvenes (y no tanto) medianamente bien remunerados, se embarcan en la aventura (cosa encomiable, por otro lado), y aquí paz y después, gloria, que quedan 45 años para pagar. Y los bancos, a frotarse las manos (échese un vistazo, si hay ganas, al incremento anual de los beneficios de la banca, desde hace, por ejemplo, 10 años).
Como todo es cíclico, ahora toca pasar del sol a la sombra, y resulta que la casilla del recibo donde antes decía 750, ahora dice 1.100. Bien, de acuerdo, no estoy descubriendo nada. Pero tengo para mí que el problema no es este, o, al menos, no del todo.
El problema empieza de verdad cuando, amparados en la euforia económica del momento, que se nos antoja eterna, nos endeudamos no sólo por encima de nuestras posibilidades, sino -lo que es peor-, de nuestras necesidades. Parece que ahora todo se ha de hacer desde los dictados del frenesí y la compulsión, sin pensar más allá de lo que pide la inmediatez. Porque la velocidad que imprimimos a nuestro ritmo vital, convierte todo, absolutamente todo, en efímero. Todo menos el deseo permanente de colmar nuestras necesidades.
Hasta no hace mucho, y no hablo de épocas de carestía severa, que a Dios gracias, no he conocido, era más que frecuente el hecho de que la adquisición de algo, comportaba la renuncia a algo, por una sencilla razón de equilibrio o compensación. Eso se acabó. Estamos instalados en el estado del bienestar, en la era del "todo al alcance de todos" y cuanto antes, mejor. Pero no siempre distinguimos bien entre la posibilidad de obtener, y la obligatoriedad de obtener, por el hecho de que algo esté al alcance. Se nos ha olvidado conjugar el verbo "renunciar" desde que hemos descubierto que la felicidad (infelices) se puede comprar a crédito. Además del piso, puedo tener un coche nuevo, irme con la parienta 15 días a un hotel en Cancún todo incluído, comprar un televisor de plasma, el más grande, y renovar el PC que compré hace año y medio, porque se ha quedado obsoleto. Además, es muy fácil, sólo hay que llamar a una de esas compañías que te reunifican todos los pagos, te reducen la cuota a la mitad y te hacen creer que sigues siendo el rey del mambo.
¿Que se ha incrementado la morosidad en un 68%? Vale más no revisar los datos, no sea que haya que corregirlos.

13 comentarios:

Neves de ontem dijo...

¿Considera endeudarse por encima de nuestras necesidades comprar un mísero piso minúsculo para poder vivir y pagar el metro cuadrado a precio de oro? ¿Cree que sería mejor hacer como los que salían hoy en una noticia televisiva, alquilar un sofá en el salón o una cama en una habitación minúscula con dos literas? Creo que en este país muchos estamos endeudados por encima de nuestras posibilidades pero no por viviendas lujosas ni coche lujosos sino para intentar vivir con un poco de dignidad. Y que conste que no me voy a ir a Cancún 15 días y, para mi desgracia, tuve que mandar el coche viejo al desguace y comprar otro (el más barato que encontré) y endeudarme más.

amart dijo...

Neves, desde el momento en que tomas la parte por el todo me estás indicando que no has entendido nada. Yo también tengo hipoteca, me cuesta pagarla, y no se me ocurre exponer mi caso concreto ni hacer demagogia aludiendo a esa noticia de TV, por dramática que sea (que lo es). Ese problema no tiene nada que ver con mi comentario. Saludos.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, amart.
Es algo que siempre discuto con el personal y no se dan cuenta.
Es algo que un día hablé con Juan Cosaco y tampoco lo entendió.

amart dijo...

Es que yo creo que hay dos clases de morosos: los que se ven ahogados por las circunstancias (no son esos los que incrementan las cifras), y los declaradamente inconscientes.
Se dice de Sócrates. Iba un día paseando entre los puestos del mercado cuando dijo: "Hay que ver la cantidad de cosas que no necesito". Pues eso, luna.

Anónimo dijo...

Se dice de una amiga mía.
Se quedó sin trabajo y no sabía si sobreviviría con un sueldo solamente, se sentó, hizo números y se comentó a sí misma "Que cantidad de dinero, gastamos en tonterías"Pues eso, amart.
(risas)

Saludos

amart dijo...

Estamos, luna, estamos

Anónimo dijo...

Hay algo que me ha sorprendido...
" Se dice de Sócrates"
La mayoría hubiese dicho:
Sócrates dijo...
Cuando tengo que escribir o decir respecto a los filósofos, siempre digo:
Dicen que dijo...
Me estoy haciendo un lío (risas)
Saludos

amart dijo...

Es que yo no sé si Sócrates lo dijo. Sólo sé que se dice que lo dijo. Jo, vaya lío, ¿no?

Anónimo dijo...

Me voy por unos días a tierras granadinas, sólo unos días, iré a la Alpujarra, quiero ir al pueblo donde vivió un escritor inglés..volveré, lo prometo.
Saludos especiales.

amart dijo...

Espero que descanses, luna, y que vuelvas. Por cierto, tengo en la punta de la lengua al escritor inglés, pero no me sale. Besos.

Anónimo dijo...

Se llama Brenan.
Estoy ya en la Alpujarra y he bebido el agua de la fuente amarga de Pórtugos y Pitres, en el pueblo donde estoy mañana se celebra una fiesta nazarí.¿quieres que te cuente? anoche, vi la luna en la playa de Motril, el pueblo donde estoy se llama Vélez de Benaudalla, es un nombre precioso o a mí me lo parece.

Saludos

Neves de ontem dijo...

Luna, ¿sabías que hay una película reciente sobre la vida de Gerald Brenan en las Alpujarras? Para los lugareños era don Geraldo. Que disfrutes.

Anónimo dijo...

neves,es una de las razones de estar aquí, la película es una caricatura de su vida por estas tierras.
Es sólo una semana, lo estoy pasando genial, es una zona de España encantadora.
Disfruta también.
Saludos