lunes, 16 de julio de 2007

Imágenes


He estado releyendo las últimas entradas de los blogs que frecuento, para detenerme, sobre todo, en las fotos que quedan colgadas -casi todas espléndidas-, y los comentarios que suscitan. Hay algo común en todos ellos, o a mí me lo parece, y es el efecto balsámico que produce (tanto en el autor como en el espectador pasivo) la inmortalización de un momento particularmente especial: la luz, siempre efímera e irrepetible de un amanecer, la línea de olas rompientes de una playa del Cantábrico al ocaso, la silueta negra de una espadaña contra un cielo rojo, qué sé yo. Son los materiales con que vamos construyendo ese mundo paralelo del que echar mano de cuando en cuando para mantener el tipo. Sí, sí, ya sé que en la lenta y efectiva construcción de los paraísos artificiales, no todo son fotos. No estoy pasando por alto los recuerdos, los libros, los sueños, los proyectos y todo lo que en sí mismo representa la arquitectura del refugio inexpugnable. Pero hoy quería referirme sólo a las imágenes por la relación que guardan con la pintura, de la que mi modesta tribuna toma la parte primera de su nombre, y a cuya actividad me dedico.
La línea creativa que sigo actualmente tiene poco o nada que ver con el óleo que ilustra este texto, y que, paradojicamente terminé hace apenas un par de meses. Pero la necesidad de abonar mi mundo alternativo me lleva con frecuencia a traicionar abstracciones, aunque suele tratarse de infidelidades breves, para inventar cielos, luces, perspectivas, arideces, vegetaciones: en definitiva, espacios en los que el espíritu gusta de recalar cuando anda escaso de batería.

8 comentarios:

FPC dijo...

Un paisaje triste diría yo. Demasiado gris para mi gusto, aunque llamtivo. ¿Tiene que ver con un estado de ánimo? Un abrazo.

amart dijo...

En absoluto. Para mí los paisajes grises encierran un encanto especial que no identifico con la tristeza. Si alguna vez me pierdo, búsquenme por ahí arriba. Un abrazo.

Neves de ontem dijo...

A mí me encanta ese gris. Espero que nos vaya poniendo más cuadros en su blog. Un amigo pintor me regaló un cuadro gris (sólo tenía ese color) y yo, encantada, lo puse para que se viera nada más abrir la puerta de casa. Le comenté al pintor que, para su asombro, el cuadro le gustaba a todos los que entran en casa.

amart dijo...

Muchas gracias, neves, ¿recuerdas una foto que colgaste hace unas semanas, en la que el cielo tenía unos tonos parecidos? Eso me motivó a poner precisamente este. Un abrazo.

Sebastián Puig dijo...

Acabo de visitar este joven y prometedor blog, cuyo autor (que se me antoja no tan joven) posee una mirada propia, muy personal. Desde aquí le animo a perseverar por esta senda, puesto que le traerá muchas satisfacciones. Tendrá en mí un nuevo lector, dispuesto al enriquecimiento. Un fuerte abrazo.

amart dijo...

Gracias, rythmduel, cierto, no tan joven, acabo de estrenar la quinta década, y estoy contento de contar con incorporaciones como la tuya. Un abrazo.

Reb dijo...

Sin lugar a dudas, el cuadro es una auténtica maravilla. A mi me evoca aire antes de la lluvia, cuando se revuelve la tierra, llegan las dudas, cuando caen las primeras gotas y se moja un poco la vida. Es genial. Creo que yo también volveré por estos senderos!!

amart dijo...

Gracias, reb, por tu visita, y por el juicio que te inspira el cuadro. Pertenece a esos "paisajes de interior" que a veces, en medio de la producción abstracta, piden pista sin saber por qué.
Un beso, bienvenida.