Es posible que esta entrada me procure algún tirón de orejas, pero tendré que correr el riesgo. Ayer, a las ocho de la tarde, como ya ocurrió el año pasado por estas fechas, y no sé si también el anterior, se apagó durante cinco minutos una parte significativa del alumbrado público de varias ciudades españolas. Ignoro si también europeas. La iniciativa, ya se sabe, de alguna plataforma de estas que proliferan ahora igual que las setas. Hasta no hace mucho tiempo, no había más plataformas que las petrolíferas, las del tranvía y las de los zapatos de las mujeres cuando aquella moda, pero se conoce que nos resultaron escasas. Ahora, el que pretenda hacerse oír, o se sube a una plataforma, o nada que hacer.
Bueno, pues a lo que iba. Ayer, apagón a las ocho, y a las ocho y cinco, de nuevo la noche urbana en todo su esplendor. Al fin hemos conseguido llamar la atención de la humanidad sobre los peligros del consumo desmedido de energía. Y la humanidad, que es tan sensible a estas cosas, aprenderá del gesto simbólico y moderará el consumo en lo sucesivo. Y colorín, colorado. Qué progre todo, cómo me gusta. Un minuto después nos seguiremos dejando la luz encendida, volveremos a dejar correr el agua innecesariamente o pondremos otra vez la calefacción a 26 grados porque a final de mes se paga y se acabó, pero, qué coño, habremos marcado un hito en la historia de la conciencia social con el apagón solidario.
Pero no nos conformamos con esto. Hay otras muchas plataformas y gestos simbólicos que están contribuyendo decisivamente a la creación de un nuevo orden mundial, al paradisíaco amanecer de una esplendorosa sociedad azul celeste y rosa. Por ejemplo, el día mundial (nada menos) sin tabaco, en el que, como es sabido, nadie fuma y se dispara la venta de caramelos; el día de la bicicleta, en el que, o coges la bici o eres un reaccionario, aunque la víspera la hayas usado por la Castellana y los conductores te hayan puesto a parir; el día sin coches, en el que resulta gozoso comprobar cómo las ciudades recuperan por arte de magia su romántico aspecto decimonónico. Pongan Vdes. un poquito de música de violín, que en este punto del relato, viene muy bien.
-Oiga, y todo esto, una vez al año, ¿resulta efectivo?
-Hombre, efectivo, no, pero son gestos simbólicos para la sensibilización.
-Ah, ya. Oiga ¿Y no podríamos fijar un día nacional de atención inmediata en el médico de la seguridad social? ¿O el día de la amabilidad del funcionario? ¿O el de la inmediatez en las respuestas administrativas?
-Pero, ¿usted en qué país vive?
-Pues en España...
- ¿Entonces?
- Ya, nada, usted perdone...
Lo tengo decidido. Si un día decido volver a fumar de manera regular, empezaré el día sin tabaco; el día sin coches, me pondré al volante para recorrer los cien metros que me separan del descampado donde paseo al perro; el día de la bicicleta, me quedaré en casa viendo en la tele el estilo con el que pedalea Gallardón; compraré pasteles para mi madre cualquier día menos el de la madre. Y si mis hijos me quieren regalar un libro, que lo hagan cualquier día menos el de San José. Y si algún día parto las peras con mi amore, a la que adoro, procuraré por todos los medios que sea el día de San Valentín. Por aquello del gesto simbólico.
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8 comentarios:
Así es este mundo civilizado, un sinsentido y nos quedamos tan panchos. Navegar a contracorriente está muy mal visto aunque veas que el río da a una catarata de considerables dimensiones. A mi me gusta ir a la contra y le hago feos hasta al horóscopo por llevar la contraria. Buen post y un saludo
Pues si...y si quieres regalarla algo procura que no sea el día de san valentin, aprovecha y celebra "los no cumpleaños" y todo este tipo de cosas...a mi esto de los "gestos símbolicos" me ahce una gracia que te mueres porque el resto del año pasamos de todo...eso si, queda de apartente, no usar el movil en señal de protesta el día tal y luego pasarse el día con el pinganillo a la oreja que no veas...
besos de luna
Y yo que pensaba que era el único. ¡Qué alegría encontrar un alma gemela!
Mi madre suele decir que el día de la madre son todos los días. En mi famlia llevamos las cosas un poco al extremo en cuestión de no hacernos regalos, pero siempre hemos pensado que lo que importa no es el gesto, sino lo que hagas todos los días, uno detrás de otro.
Propongo crear una plataformapara el día sin plataformas ni celebraciones de ningún tipo.
Un abrazo,
Todo forma parte del borregueo inducido, de los mensajes subliminales, que casi siempre surten los efectos deseados. Pues no os digo nada lo que nos espera el mes que viene.
Un abrazo a los tres.
Juasssssssssssssssssss, Amart. Me avisas y lo hago contigo. Pues no me gsuta a mí nada llevar la contraria a la estupidez...
Qué fácilmente se acallan algunas conciencias, qué envidia.
Beso.
Vale, Respi, nos vemos en la puerta del sol el día mundial contra la estupidez...
Besos.
Saludos.
Hola, Neves, encantado de saludarte de nuevo. Espero que estés bien.
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