Esta vez son veintiséis. Antes era noticia, pero sabido es que un hecho se convierte en noticia por insólito, novedoso o por la carga de morbo que pueda encerrar. Ayer, ciento cincuenta, setenta y dos hace unos días, quizá noventa, mañana.
Esta vez son veintiséis. Miento, veinticinco; el pesquero (dramática pesca) rescató uno muerto de entre el enjambre de brazos desesperados por enganchar un centímetro de salvavidas. Al final, la noticia de desvanece hasta desaparecer, convertida en un número, el número diario, que se lee o se escucha, y se olvida. Como el de los ciegos.
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7 comentarios:
Bienvenido, amigo. Un abrazo.
Un honor, fpc, compartir contigo negro sobre blanco. En el camino nos encontraremos.
Sólo he pasado a saludarte desde el blog de tu amigo jardinero. Bienvenido a la blogosfera. No te preocupes por las cuestiones técnicas, muchos estamos luchando con la técnica. Saludos y suerte.
Bienvenido, Amart.
Lo que cuenta aquí es lo que escribas, no la informática. Y aquí estaremos si lo haces tan bien como dice FPC.
Saludos.
Gracias a todos. Siempre es estimulante saber que al otro lado de todo este lío hay alguien (y parece que más de un alguien)colocando una silla más alrededor del círculo para que amart la ocupe.Un abrazo.
El final de su texto resume acertadamente cómo la reiteración menoscaba la tragedia de una noticia.
Bienvenido a esta telaraña de bitácoras donde uno se siente agradablemente atrapado. Le deseo lo mismo.
Un cordial saludo.
Estoy agradablemente sorprendido por tu visita. Muchas gracias por el comentario. Necesito un poquito de tiempo, pero visitaré tu blog. Un abrazo fuerte, diarios de rayuela.
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