lunes, 24 de septiembre de 2007

300 = 1 x 16

Todos conocéis la fábula.
Un escorpión quería atravesar un riachuelo. Consciente de su naturaleza, y temiendo ahogarse en el intento, pidió por favor a una rana que le transportara sobre su lomo.
- Soy un animal blando y vulnerable -opuso el batracio-. ¿Cómo sabré que no me matarás?
- Sólo quiero cruzar el río -respondió el escorpión, con voz lastimera-. ¿Cómo podría causar mal a quien me está haciendo un gran favor?
Convencida, la rana le permitió subir a su espalda y se zambulló con cuidado para que nada le ocurriese al pasajero. Casi alcanzada la otra orilla, el escorpión clavó violentamente su ponzoñoso aguijón en el cuerpo de la rana, y saltó a tierra. Herida de muerte, aún alcanzó a preguntar:
- ¿Cómo has sido capaz de hacerme esto?
- Lo siento, rana -repuso, suspirando, el escorpión-, es que no puedo evitar ser lo que soy.


Hace unos días, con nocturnidad y con la alevosía prestada por un código penal sonrojante, salió de la cárcel una basura en forma de violador reincidente redimido.
El informe psiquiátrico, como es alarmantemente habitual, concluye que el sujeto no está rehabilitado, a pesar de la intachable conducta (también habitual) mostrada durante su condena. Dieciséis años por dieciséis violaciones. Curiosa coincidencia. Lo que no parece quedar muy claro es si la primera violación se paga con dieciséis y las demás son gratis, o si cada heroico acto de violencia sexual sale por uno. Es cuestión de libre interpretación. O de simples números, ya que la condena impuesta en su día fue de más de trescientos años. Se reiría uno si el drama no le helara la sonrisa en la cara.
El baranda de turno al frente del ministerio de la cosa, se cubre las espaldas detrás del tocho que ampara tan prudente decisión, y se permite la vergonzante frivolidad de acallar las muchas voces discrepantes, declarando que este tipo de acciones no puede juzgarse "en caliente". Qué oportunidad perdida para meter la lengua en ácido sulfúrico.
Después viene, claro, lo de la polémica. Que si la castración química, que si los medicamentos inhibidores, que si el control telemático de movimientos, que si la Lola se va a los puertos. Pero el tipo, en la calle, pobrecillo, ya ha cumplido. Derechos humanos para los deshechos humanos.
Una manzana podrida no puede volver a estar nunca en el cesto de las sanas. Sáquenla, cúrenla, y si no pueden, lo siento por la manzana, pónganla en mitad del desierto y cuiden de que no se muera hasta que se pudra del todo. O cómansela asada, me da igual.
Esas pobres dieciséis familias son las que de verdad están cumpliendo cadena perpetua por un delito que no viene en el tocho. Mientras, ese cabrón ya debe de haber empezado a husmear por los portales al tiempo que se toca con disimulo lo que nunca debió tener. Un escorpión es un escorpión.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

La ley algunas veces no la entiendo.
No creo que ninguna mujer supere una violación y espero que las mujeres no se queden quietas y hagan algo por ellas mismas...
Os aseguro que si fuera mi caso, no se iba a pasear tan tranquilito.

Saludos

Neves de ontem dijo...

Saludos.

amart dijo...

¡Querida Neves! No sabes lo que me alegra volver a "verte" por aquí. Espero que sea el prólogo de la reanudación de tu blog. Ojalá sea así. Un beso.


Por desgracia, Luna, las mujeres estáis desprotegidas en esta materia (y en otras). Hacer algo por ellas mismas, dices. Es difícil si no existe verdadera conciencia social en un asunto tan dramático como este. Y si no se modifica el Código Penal. Un beso.

Anónimo dijo...

Buenos días:
con permiso de amart me gustaría decirle a neves que siga escribiendo en la preciosa bitácora que tiene, que abra el cerrojo y deje pasar la luz de otoño.

Anónimo dijo...

Si se pueden hacer cosas.
Soy un desastre para los nombres de las películas. Vi una hace tiempo en un tono tragicómico, donde un grupo de mujeres, le dieron un "repasito" cuando salió de la cárcel.
Es injusto que despues de sufrir una vejación de tal calibre, las mujeres agredidas tengan que soportar la agresión social, la familiar en muchos y la sonrisa del tipo cuando pase por delante de ellas tan tranquilo.

Sebastián Puig dijo...

Totalmente de acuerdo, amart. Lo que no tengo tan clara es la solución al problema...

Sir John More dijo...

Yo tampoco tengo solución, pero a veces, con tanto texto legal y tanto experto necesitado de matemáticas legales, olvidamos que la función de la ley es permitir la libertad y seguridad de las personas. Si nuestras leyes permiten que este individuo se pasee tan tranquilo por las calles, la ley está mal, eso no tiene discusión posible. Es exactamente lo mismo que ocurre cuando un juez rechaza una prueba por haber sido obtenida con medios ilícitos. ¿Por qué no castigar (con ponderación) la obtención de las pruebas y también el delito descubierto? Por supuesto, todo proviene de una deshumanización generalizada en la administración de justicia...

Perdón por el rollo, vengo de Gijón absolutamente acatarrado, y mi cabeza llena de bacterias no rige con el humor que debiera... Abrazos a Amart y a todos.

amart dijo...

Puede correspondernos a nosotros sugerir las soluciones posibles. Ya lo hacemos. Pero ni podemos ni somos quienes para ponerlas en práctica. Si así fuera, este patio acabaría siendo un desmadre, y los avances de los últimos treinta años, agua de borrajas. Y el estado de derecho, pura entelequia.
Entretanto, mientras discutimos si son galgos o podencos, se siguen cometiendo barbaridades.
En toda guerra aparece la eufemística y patética figura de los "daños colaterales". Pues bien, ¿por qué no librar esta batalla desde una ley justa y que, por una vez, el daño colateral se lleve por delante a esta gentuza inmunda?
Un abrazo a los dos.
Ah, Sir, cuídate ese muermo, hombre, que estos primeros trancazos son los peores.

Anónimo dijo...

Le dijo el violento que seca mojamas en desiertos remotos, al que roba carne fresca con dolor ajeno. Bailan ambos, bailan juntos, uno sólo, el otro tiene coros...que también secan violadores al sol..si por ellos fuera...La ley está mal (obvio) Y tú mi amigo, como estás...? Paz en la tierra....

Anónimo dijo...

Me hubiera gustado la opinión de alguna mujer más.

Saludos

amart dijo...

Yo, amigo anónimo, estoy todo lo bien que puede estar alguien que no es ajeno al mundo que le rodea. Y sí, paz en la tierra. Supongo que es un deseo y no una afirmación.

Anónimo dijo...

Buenas noches, no soy anónimo, soy anónima, soy mujer...La paz en la tierra, es un deseo, claro...Y una necesidad. Yo no hablo sólo de la violencia entre humanos, de esa que es física, de esa que tiene que ver con la prisa, con la envidia, con los deseos, con la defensa personal por encima de todo.También hablo de la otra, de la bestial que destruye mundos..que también nos toca de cerca, o la tocamos nosotros a ella, hablo de parar. Venga, vamos a parar, sólo un minuto, pero todos..todos nosotros parados, en silencio. Quieta la manada, sin pensar por favor, sin pensar.El que quiera, puede sentarse, y el que no, ahí, pegadito al suelo. Sólo un minuto....Salud amarat, salud para todos.

Anónimo dijo...

Al fin la tecnología me permitió meterme de nuevo en tu pincel, en tu PALABRA, me encantó, como otras veces, tu canto a la amistad, al amigo del alma, pero al leer el presente artículo, he de confesarte que infelizmente no me agradó, creo, amigo amart, que le sobran precísamente palabras..algunas palabras, pues pienso que con la PALABRA, no se deben de realizar "violaciones" aunaque estas sean a auténticos violadores. Disculpa mi atrevimiento y recibe un afectuosísimo abrazo

amart dijo...

Bienvenido de nuevo, Asturcom. No tengo nada que disculparte, y mucho menos un "atrevimiento" que no lo es.
Pero debo hacer alguna observación a tu comentario. La palabra es el medio de expresión por naturaleza, la herramienta más preciosa, y yo pongo todo el cuidado del mundo para usarla correctamente. En este caso creo haberla utilizado para expresar un profundo sentimiento de indignación ante un hecho que me remueve las tripas. Así lo siento, así lo expreso, sin incurrir, Asturcom (no me digas eso), en lo que tú llamas "violaciones".
¿Qué palabras sobran? ¿Aquellas en las que manifiesto explícitamente mi repugnancia por el violador multirreincidente? Mira, estoy un poco cansado de la pantomima de lo políticamente correcto.
Dicho esto, y manifestada mi discrepancia, agradezco sinceramente tu visita y tu punto de vista. Eso permite mantener vivo el debate, y, sobre todo, el diálogo, que es lo que nunca debe faltar.
Un abrazo igual de afectuoso.

Sir John More dijo...

Yo, que, si a Anónima le interesa, sigo acatarradísimo, no entendí muy bien su primer mensaje, y creo que sin el catarro tampoco hubiera podido. Si uno ya es torpe sin microbios...

Anónimo dijo...

Los traumas que deja una violación, son muchas veces, isuperables. La sensación de indefensión de las mujeres agredidas y de sus familias, al enterarse de que los culpables están en la calle y dispuestos a reincidir, debe ser terrorífica.

No, no creo que en un estado de derecho seamos las mujeres las que tengamos que yomarnos la justicia por la mano, creo, eso sí, que deberíamos pelear para que se cumplan las leyes y pedir a los responsables las medidas necesarias como para proteger la seguridad de los ciudadanos. No sé qué pasará con la castración química, pero me gustaría saberlo. No es la mejor medida, pero tampoco lo es ponerlos en la calle sin más.

Te devuelvo la visita, Amart, y me enrrollo más de lo debido, lo siento ;D

Saludo.